Las nuevas tecnologías de extracción -nanofiltración, hidrolisis y fermentaciones enzimáticas, etc.- y la creciente demanda de ingredientes naturales podrían abrir nuevas vías para la fabricación de ingredientes de valor agregado.
Cáscara de manzana, tomate, carambola y harina de maíz, entre otros.
Normalmente las compañías alimentarias pagan a terceros por la gestión de los residuos con el propósito de deshacerse de ellos, o los venden a bajo precio para ser utilizados en productos que se consideran de bajo valor.
Sin embargo, si se aprovechan algunos componentes valiosos que están presentes en los residuos los fabricantes de alimentos pueden generar beneficios económicos adicionales.
Un gran aporte a la innovación
Desde hace un buen tiempo ciertos residuos de alimentos están siendo utilizados en la fabricación de productos como mezclas de azúcares, aceites esenciales y piensos para animales.
Pero hay toda una serie de oportunidades en los desechos y subproductos, aquí relacionamos algunas de los estudios:
Los productos de desecho han sido vistos como algo negativo por los sobrecostes que supone su tratamiento y eliminación
- La cascara de las manzanas contienen altas concentraciones de compuestos fenólicos y puede ayudar en la prevención de enfermedades crónicas
- La harina de maní, un subproducto del aceite de maní, puede proporcionar proteínas y antioxidantes si se somete a un porceso enzimático que la despoje de las peligrosas aflotoxinas
- El alpechin, el desecho líquido de la molienda de las aceitunas, puede ser ultrafiltrado para obtener pectinas y fenoles de alto poder antioxidante
- La cáscara de la carambola puede proveer polifenoles ricos en antioxidantes mediante un proceso de extracción optimizado
- La cascara del tomate puede proveer Licopeno y Betacarotenos de alta calidad mediante un método de extracción con CO2
Algunos residuos y subproductos alimentarios pueden utilizarse en diferentes productos ya sea como fuente adicional de proteínas o como preservantes naturales.
A pesar de los esfuerzos de las investigaciones encaminadas hacia la extracción de ingredientes de los residuos, aún falta que estas se concreten como aplicaciones reales en la industria,.
La reducción en os costes de los nuevos procesos, las economías de escala y el incremento en los precios de los ingredientes funcionales podrían conjugarse para que muchos de los estudios elaborados hasta hoy se conviertan realidad.
Fuente: Acofesal