El lavavajillas se ha convertido en uno de los electrodomésticos esenciales en las cocinas domésticas. Por el uso de agua muy caliente y detergentes, se considera además uno de los más eficaces y seguros. Pero en 2011, un estudio realizado por la Universidad de Ljubljana (Eslovenia) ponía en duda esta seguridad al afirmar que los lavavajillas pueden albergar hongos patógenos con una tolerancia inusual al calor y los detergentes. El artículo detalla qué hongos son resistentes a condiciones extremas y qué otros hongos más comunes están presentes en las cocinas.
Lavavajillas, lavadoras o cafeteras pueden contener Exophiala dermatitidis y E. phaemuriformis, dos hongos que han demostrado tener una tolerancia inusual al calor (en el lavavajillas pueden alcanzarse temperaturas de 60 ºC a 80 ºC), a las elevadas concentraciones de sal y al agua tanto ácida como alcalina. Esto es lo que concluyó en 2011 un grupo de expertos eslovenos tras tomar muestras de las gomas de las puertas de los lavavajillas de unas 200 casas del país. Debe tenerse en cuenta cuándo se publicó este informe y que los resultados podrían haber variado desde entonces.
Los lavavajillas son una forma eficaz de limpieza de utensilios de cocina. Pero también pueden ser un buen lugar para que los hongos habiten en él: son húmedos y cálidos y tienen abundante materia orgánica para alimentarse en forma de restos de comida. Sin embargo, en ellos se mantienen condiciones que dificultan la supervivencia de muchos de estos patógenos, ya que se alcanzan altas temperaturas y se utilizan detergentes.
Hongos resistentes a condiciones extremas
Según la investigación, publicada en la revista británica Fungal Biology, el 62% de los lavavajillas dio positivo en los hongos citados, que también se detectaron en otros electrodomésticos como cafeteras y lavadoras, aunque en menor cantidad. Entonces sorprendían los resultados debido a que en el lavavajillas se emplean calor intenso, detergentes potentes y altos niveles de sal que ponen difícil la supervivencia de cualquier microorganismo patógeno.
Los estudios realizados hasta ahora demuestran que las especies Exophiala son hongos comunes en ambientes asociados a la madera en descomposición y el suelo enriquecido con desechos orgánicos. También revelan que pueden transmitirse a través de las fuentes de agua. A simple vista tienen la apariencia de un moho negro y proliferan en combinación con detergentes en los cajones del jabón y los sellos de goma de la puerta.
Los primeros análisis determinaron que tienen capacidad de infectar a las personas, sobre todo a las que cuentan con un sistema inmunológico débil si se ingieren (permanecen en los platos y cubiertos lavados).
Para prevenir este problema, los expertos recomendaban entonces limpiar a fondo el lavavajillas con una mezcla de vinagre y bicarbonato de sodio, así como realizar un ciclo de vacío a temperaturas elevadas y cambiar las gomas. Es importante tener en cuenta que los mohos crecen con la humedad, de ahí que las juntas de las gomas se sequen entre los distintos usos y se recomiende dejar la puerta abierta.
Fuente: consumer